Educación temprana

Charlotte Ray se crió en una familia donde la educación era importante. Su padre era abolicionista, clérigo y editor de una revista llamada The Colored American. Ray asistió al Instituto de Educación para Jóvenes de Color antes de estudiar derecho en la Universidad de Howard.

En ese momento, a las mujeres no se les permitió convertirse en miembros de la asociación de la profesión legal, que estaba controlada por hombres blancos que intentaban evitar que las mujeres y los negros se unieran. Pero Ray no dejó que esto la detuviera, y pasó a demostrar que era más que capaz de ejercer la abogacía.

Trabajo y docencia

Se graduó en 1872 y se convirtió en la primera abogada negra en los Estados Unidos, así como en la primera mujer en ser admitida para ejercer la abogacía en el Distrito de Columbia.

Ray enseñó en la Universidad de Howard antes de decidir abrir su propio bufete de abogados en Washington, pero la discriminación y los prejuicios raciales le dificultaban atraer clientes. Debido a esto, Ray regresó a Nueva York para convertirse en maestra y poder transmitir sus conocimientos a los jóvenes. No se sabe mucho más sobre ella, excepto que se convirtió en defensora de la igualdad racial y el derecho al voto de las mujeres.