Descripción
Cuento africano ¿Por qué las moscas molestan a las vacas?
Adiaha Umo era la Reina de Calabar, una región al este de Nigeria. Era una mujer muy rica y poseía muchos bienes, pero también era hospitalaria y solía dar grandes fiestas a las que invitaba a todos los animales domésticos. Eso sí, nunca invitaba a las bestias salvajes porque les tenía miedo.
En una fiesta que preparó sin escatimar en nada, había tres mesas enormes, y le dijo a la vaca que presidiera las tres mesas, ya que era el animal más grande presente. Además, era tan generosa que podía repartir la comida entre los demás animales.
La vaca estaba muy orgullosa. Por supuesto que podía repartir la comida entre los demás animales y de forma ecuánime.
Y así hizo.
Mientras salían los platos, la vaca iba sirviendo a cada uno su parte, pero, olvidó a la mosca, un animal tan pequeño que no lo consideró un comensal a la hora del reparto.
Cuando la mosca vio esto, llamó a la vaca para pedirle su parte de comida, pero la vaca le dijo rumiando:
—¡Cállate, mi amiga! Debes tener paciencia.
Cuando llegó el segundo plato, la vaca volvió a repartir la comida entre todos los animales y volvió a olvidar a la mosca.
—Señora vaca, falta mi parte de comida —protestó la mosca.
Pero la vaca, molesta por la insistencia de tan insignificante animal, simplemente señaló su ojo y dijo:
—Mírame a los ojos. Espera pacientemente y luego obtendrás tu comida.
Por fin todos los platos estaban terminados, todos los animales se habían dado un buen festín y estaban de sobremesa, charlando o durmiendo la siesta. Todos con las panzas bien llenas.
Bueno, todos menos la mosca. Porque la vaca, finalmente, no le dio ni una migaja para comer. La mosca se marchó sin cenar y muy enfadada.
Al día siguiente, la mosca se quejó de la conducta de la vaca ante la reina, quien decidió que, ya que la vaca había presidido la fiesta y no le había dado su parte a la mosca, sino que le había señalado a su ojo, para el futuro la mosca siempre podría obtener su comida de los ojos de la vaca donde quiera que fuera.
Y así estarán para siempre de acuerdo a las órdenes de la reina.
FIN.


¿SABÍAS QUÉ?
El Reino de Calabar o Elem Kalabari, fue una ciudad-Estado africana que ocupó una pequeña parte del delta del Níger, en lo que actualmente es Nigeria.
Fue una ciudad-Estado efik que floreció en el siglo XIX en el actual sureste de Nigeria. El Estado abarcaba los límites de la moderna ciudad de Calabar.
Proverbios africanos relacionados con el afrocuento
No se envía a un muchacho a recoger miel. (Kenya)
Las misiones difíciles exigen experiencia.
No es bueno que los dientes riñan con la lengua. (Baulé)
Quienes dependen los unos de los otros deben entenderse.
El carcelero es un prisionero más. (Bamileke)
El que hace sufrir está atado a su propia maldad.
No preguntes al cazador sobre su caza si vuelve con setas. (Ashanti)
Hay que evitar humillar a la gente.
Aunque salgas a cazar elefantes, no desprecies al caracol. (Mbede)
Por muy ambiciosos que sean tus proyectos no deprecies las pequeñas ganancias.
El ojo no soporta cargas, pero sabe la carga que puede soportar la cabeza. (Wolof)
No es necesario experimentar algo para conocerlo.
Aquéllos que llegan antes al río encuentran el agua más limpia. (Kenya)
El esfuerzo es recompensado.
Refranes interpretados por: Antumi Toasijé
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