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El capricho del rey

Había una vez un rey de un poblado Fang bastante caprichoso.

Un día el gran jefe tuvo un sueño fantástico. Soñó que comía un cordero muy singular, tan singular que no tenía ningún color, no era ni blanco, ni negro, ni moteado. Era simplemente, un cordero.

Entusiasmado por el sueño deseó vivamente poseer un cordero como el que había soñado.

«Lo deseo», pensó el rey, «lo deseo tanto que no permitiré que mi pueblo coma hasta que alguien me traiga un cordero como el que he soñado.»

Pasaron los días, las semanas y los meses, y muchos eran los que intentaban conseguir el capricho del rey, pero nadie era capaz de dilucidar como podrían ser capaces de encontrar un cordero con tales características.

Mientras, el pueblo iba muriendo poco a poco de hambre.

Todo proseguía de la misma manera, hasta que el capricho del rey llegó a oídos de Onguene, la hija del curandero de un poblado cercano. Onguene, aunque joven, era muy sabia. La gente venía de diferentes partes del país a pedirle consejo y ella siempre encontraba la manera de ayudarla.

Consternada y decidida a resolver el acertijo del caprichoso rey, convocó a todos los ancianos y ancianas del poblado para estudiar la petición del gran jefe. Una vez reunidos, y después de dos días y dos noches de largo consejo, los ancianos y ancianas creyeron encontrar una posible solución al dilema propuesto por el rey y se lo dijeron a la muchacha.

Contenta de acabar con el hambre de su pueblo, la joven Onguene fue a reunirse con el rey.

¿Encontraste mi cordero? le contestó el rey ansioso nada más verla.

Sí, mi rey, encontré el cordero que deseáis, que no es de ningún de color, no es ni blanco, ni negro, ni moteado, sino simplemente un cordero le contestó la muchacha. Debes venir a recogerlo a mi casa dijo Onguene pausadamente. Pero no vengas por la mañana. No vengas por la noche. No vengas al alba. No vengas en el crepúsculo. No vengas en mitad de la noche. No se te ocurra venir en ningún momento. Puedes coger tu cordero que es simplemente un cordero, exactamente en ningún momento.

El rey quedó muy confuso y sorprendido ante tan ingeniosa respuesta. Y avergonzado de su capricho volvió a alimentar a su pueblo, con la firme promesa de que jamás volvería a dejar morir a su gente de hambre, menos aún por alguna de sus absurdas quimeras.

FIN.

¿Sabías qué?

Según se deduce de su tradición oral, los Fang emigraron hacia el suroeste desde el sur de Sudan empujados por la presión musulmana hacia la zona comprendida entre Congo y Nigeria. Su belicosidad les permitió ir sometiendo a su paso a los diferentes pueblos que encontraban y asentarse en sus tierras, principalmente en Guinea Ecuatorial, Gabón y Camerún, aunque también se encuentran en el Congo y Santo Tomé.

Cada pueblo tiene un líder, jefe o rey, que ha heredado su posición por su relación con la familia o clan fundador de la población.

Los curanderos Fang tienen gran prestigio por su conocimiento en el uso de hierbas medicinales y por los buenos resultados que obtienen en la curación de todo tipo de enfermedades, tanto físicas como psíquicas.

El cordero tiene un papel importante en la gastronomía de los países del África oriental como Somalia y Eritrea, donde sus platos se componen principalmente de cordero, ternera, pollo, cabra, verduras y legumbres.

Créditos

    • Locuciones: Eva García Pérez, Alberto Nanclares da Veiga, Santi Mijarra Rodríguez, Ana Díaz Salanova y Camila Monasterio Martín.

    • Grabación, montaje de audio y banda sonora: Camila Monasterio Martín.

    • Mezcla de sonido y masterización: Santi MIjarra Rodríguez.

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Plataforma de educación en la diversidad y empoderamiento afro. Editamos cuentos africanos para niños y visibilizamos recursos educativos afrocentrados para la diversidad.


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